EL TERMOMETRO SOLIDARIO DE LA UP LEIOA

«En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25, 40).

Tiende tu mano al pobre. Este es el lema que el Papa ha querido dar a su mensaje de esta IV Jornada Mundial de los Pobres, que fue creada por el Papa hace cuatro años.Lo celebramos el pasado domingo en todas nuestras iglesias.

El encuentro con una persona en condición de pobreza siempre nos provoca y nos interroga: ¿cómo podemos quitar, o al menos aliviar, su marginación y sufrimiento? ¿Cómo podemos ayudarlo en su desesperanza ? El encuentro con el pobre  se hace camino por las pequeñas rendijas de nuestra coraza llevando luz a nuestra vida, a vida, a la Vida.Tender la mano hace descubrir a quien lo hace que la esperanza tiene sentido, que la Buena Noticia se hace hueco dentro de nosotros mismos. Tender la mano es un signo de que diferencia, que acerca, que rompe barreras invisibles pero fuerte como un pared de piedra.Tender la mano al pobre es una invitación a hacerse cargo, a cargar con nuestra responsabilidad en la vida de los otros.

Un termometro que quiere subir de temperatura.

Los niños y niñas de nuestras comunidades han llenado los templos de manos que se comprometen a favor de quienes necesitan,  adultos que trabajan han aportado parte de su salario a favor de los mas pobres y en la comunidad de Leioa ha surgido el termómetro de la solidaridad.

Se trata de un termómetro que a lo largo de dos semanas irá subiendo de temperatura a medida que los donativos vayan subiendo a favor de dos de los proyecto en los  que andan conmovidos:

-El proyecto Barlovento (Venezuela ). A partir de la rifa que realizaron el año pasado han conseguido enviar por barco  600 kilos de ropa, zapatos, latas, leche en polvo, material escolar…

-Compra de alimentos frescos y mascarillas. Ante  la situación tan dura que están viviendo muchas familias no pueden adquirir alimentos frescos. La comunidad compra estos alimentos y los distribuye entre las familias más necesitadas.

Tender la mano al pobre no puede quedarse en un día especial es nuestros calendarios. El mundo reclama una mirada nueva, donde el limite de lo personal se ve afectado por lo global. Esta pandemía  ha puesto sobre la mesa  cómo  las barreras entre unos y otros las ponemos nosotros pero la realidad se impone sobre y a través de ellas con unas gotitas practicamente inobservables  que salen cuando hablamos, cantamos, gritamos…  El contagio es posible, contagiemos gestos de solidaridad que llenan el mundo de amor y Buena Noticia.