La paradoja de nuestro tiempo y la paradoja de las Bienaventuranzas.

Se define la paradoja como una figura del pensamiento que consiste en expresiones o frases que implica contradicción son estimulo para la reflexión y han llevado a importantes avances en la ciencia, en la filosofía y sin duda en la religion.

En el evangelio del domingo escuchamos como Jesús nos ofrece el camino para la felicidad,  desde la Bienaventurazas que no pueden ser entendidas sino como paradojas.

¿Se puede ser feliz en un mundo donde no faltan los sufrimientos, los dolores e incluso constantemente hace su aparición la muerte? Sí es posible, responde el Papa Francisco. Y el camino para conseguirlo son las bienaventuranzas.

La paradoja de las bienaventuranzas al proponer la felicidad para los que lloran o son perseguidos, estan insatisfechos o presos  solo se puede comprender desde la experiencia del que sufre por amor. Al estar dispuesto a sufrir para ser fiel al amor o la verdad, significa que se ha encontrado algo más valioso que el mundo por lo que vale la pena sufrir. Y la posesión de ese bien es la causa de alegría y felicidad, aun padeciendo un sufrimiento.

Las bienaventuranzas no nos quitan el sufrimiento, sino que logran saber elevarlo por amor y, por ello, alegremente. El ejemplo lo tenemos cada día, tantos padres y madres que renuncian a sí por amor a sus hijos, tantas personas que dejan sus comodidades por llevar educación, medicina, comida… en definitiva Vida a otras personas aunque esto suponga sufrimiento… Cuando el amor es razón mayor que uno mismo el orden de prioridades en la escalera de la felicidad cambia y el sufrimiento se conviernte en una donación con sentido, en un dejar de mi para ser tu.

Escucha, con  tus oidos o con tu vista,  la paradoja de nuestro tiempo