Ya estamos de vuelta. Gracias por estar ahí
Termina el verano. Y comienza un nuevo curso, todo son planes. ¿Qué pasará ? Vuelve la vida cotidiana. Un ciclo que se reinicia. Agendas, programas. El calendario se llena de fechas. Uno mismo piensa bastante en lo que quiere, hace unos cuantos propósitos, se dice: “Este año…” Porque al final, cada curso es único, cada año es distinto, y día a día vamos creciendo. Un camino que de nuevo se adivina en el horizonte.Tengo mis sueños y mis proyectos para estos meses. No puedo afirmar con seguridad lo que vendrá. Es como si la vida pudiese instalarse en la rutina; y, sin embargo, hay tanto nuevo por venir…Es también una buena ocasión para desear que Dios esté presente. Eso no se programa, pero al menos se busca, se anhela, se piensa… y quizás se convierte en un grito. “Ven”
Ven a mi vida,
a los estudios, a los amores,
a las heridas, a los encuentros,
en días grises,
en buenos tiempos.
Ven a las búsquedas,
a las preguntas,
a los desvelos,
a las respuestas,
a la memoria,
a los anhelos.
Ven a tu modo,
desde muy dentro,
y desde el otro,
que está tan cerca
o está tan lejos.
Ven en palabra,
ven en silencio,
Sé mi ternura.
Sé tú el misterio
que apaga sombras
que aviva fuegos,
que enciende risas
que acalla miedos.
Ven a mis días,
que, aunque muy frágil,
sé que te quiero.