“Ser comunidad acogedora”- Hator! Estas en casa. – Retiro Adviento- Loiu- Guillermo Ayuso y Roberto Vidal.

Estás en casa.

Somos siempre en relación con otras personas. No podemos entendernos como seres aislados y desvinculados. Nacemos en un contexto de vecindad, de cercanía y proximidad a otras personas, y nuestra existencia se va entretejiendo en círculos que amplían nuestro mundo de relación.

Acoger es ‘ser hogar’

Hogar no es sólo un lugar físico, por cómodo y agradable que sea: hogar es un lugar afectivo, en el que la persona se siente acogida, aceptada, amada, segura.

El “acoger” evangélico no es “hospedar”, sino “ser casa” para la otra persona que es acogida. Dicho de otro modo, el que viene se siente “en su casa”. Y eso ya es otra cosa, se sitúa en otro nivel, y genera otros compromisos. Entre las diferencias que hay entre el huésped y la persona que se siente en su casa, destaca la que de la persona que se siente en su casa se siente “libre”: libre para decir, libre para actuar, libre para ser como es: con sólo las limitaciones de la convivencia entre personas libres que comparten un mismo espacio. Y si eso es así, si estamos las dos en “nuestra” casa, interactuamos.
Lo que la otra persona dice, hace, es, me afecta y me cuestiona. Seguramente me obligará a cambiar modos de pensar y de actuar.

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