TESTIMONIO 1- “Patris Corde”

TESTIMONIO 1-  “Patris Corde” En el trasfondo de la Carta apostólica, está la pandemia de Covid-19 que -escribe  el Papa Francisco- nos ha hecho comprender la importancia de la gente común, de aquellos que, lejos del protagonismo, ejercen la paciencia e infunden esperanza cada día, sembrando la corresponsabilidad. 

Mi primera experiencia de Jesús fue en la familia, rezábamos antes de comer, al acostarnos, se rezaba el rosario en familia, íbamos a misa….Al ir haciéndome mayor algunas cosas fueron cambiando, otras seguía haciendo, nunca me desvinculé de la parroquia pero no me comprometía.

Me casé, tuve a mi hijo mayor y cuando celebró su primera comunión un día me dijo “ama, yo ya soy mayor, tu ya puedes dar cate” nunca me había oído decir nada pues yo ni lo había pensado .me encontré con su catequista y se lo comenté, y bueno “me atrapó”. Comencé a dar cate y me sentía muy a gusto.

Empecé a ir a charlas sobre Jesús, sobre la oración, iba a talleres de oración que se hacían en la parroquia… Buscaba algo que no tenía, yo veía que me faltaba algo, que no sentía la vivencia de Jesús.

Hace como seis años llegó a la parroquia un párroco nuevo y en las reuniones de catequistas nos iba dando pista para la oración yo lo apuntaba y seguía todo, un día comentó sobre “rezando voy”, comencé a orar con ello aún sigo. ¡me enganchó!

Empecé a sentirme muy sensible, cualquier cosa me hacía llorar, no sabía lo que me pasaba, estando así me sentí implicada por distintas razones, en la reconciliación, charlas con el párroco y con otra persona de la diócesis y mi sensibilidad fue creciendo… Sentí a Jesús muy cerca de mí, sentí su perdón , sentí su amor, he ido cambiando mí actitud y mi forma de ver las cosas, cuando tengo dificultades me pongo en sus manos. Él me da paz, y me ayuda a seguir adelante aún con dificultades , también me ayuda hablar con el sacerdote.

Hay un texto que me costó mucho aceptar es el del HIJO PRÓDIGO, O EL PADRE BUENO  “que a mí me gusta más” hoy me ayuda a ver a Jesús amigo, a Dios que me perdona y que nos perdona, me ayuda a no ver solo las cosas malas de las personas sino también lo bueno y hace que el perdonar me cueste menos.