“Hermano, déjate cuidar”. Revista Alkarren Barri- Mayo 2024
Hermano, déjate cuidar
Revista Alkarren Barri- Mayo 2024
Suena la campana. Acaba el round. Miras a tu esquina. Estás peleando el combate, corriendo la carrera. En la esquina no hay vergüenza ni autosuficiencia. Te sientas en la banqueta. Cansado, con dudas, las cosas no van como habías planeado. Lo primero que hace tu esquina es curar tus heridas y descubrir, contigo, por dónde va saliendo tu fragilidad. No te pide cosas imposibles. Va a cuidarte. ¿Te imaginas un púgil solo, a cada retumbe de la campana? El dolor, las heridas y la impotencia se vuelven dueños de ti. Eso es un cura sin acompañamiento espiritual. ¿La tentación? Que puedes con todo. ¿La realidad? Que cada combate se hace más difícil.
Reconocer la fragilidad no es perder, ayuda a vivir sumergido en la lógica del don. Nuestro ministerio es un don, un don compartido.
Escribo estas líneas para mis hermanos diáconos y curas últimos ordenados. Son pocos mis años de ministerio. Sin embargo, no es ningún secreto que aparecen dificultades y que se generan heridas. Los retos y encomiendas a veces pesan. Surgen incertidumbres, tinieblas en el corazón: no tengo tiempo para la oración, no se me considera como debería, no voy a perder el tiem- po en lo que no me llena, ¿la fraterni- dad? si claro, la fraternidad…suficiente con cuidarme yo, etc. Tentaciones de una soledad no habitada.
Hermano, déjate cuidar. Querer ser acompañado es un ejercicio de la libertad, cierto, pero también de humildad.Una humildad que está llamada a ser el motor de nuestro ministerio. Con ella descubrimos la fuerza de las palabras de Jesús “Venid a mi los que estáis cansados y agobiados”: La humildad es la que nos lleva a la experiencia gozosa y confiada de ser pequeños de Dios.
Borja Uriarte. Presbítero Diócesis de Bilbao