Informe ‘Crecer Saludable(mente)’ .
Informe sobre salud mental en la infancia y adolescencia ‘Crecer Saludable(mente)’ . (2022) Alerta de un incremento muy relevante de los trastornos mentales en niños, niñas y adolescentes También nos preocupa detectar a tiempo los pensamientos suicidas para no llegar tarde: un 3% de niños, niñas y adolescentes tuvieron pensamientos suicidas el año pasado. En este artículo arrojamos luz sobre el tema del suicidio en adolescentes en España. Analizamos los factores de riesgo y los últimos datos disponibles a raíz de una encuesta de nuestra organización.
EL SUICIDIO Y OTRAS CAUSAS DE MUERTE ENTRE LOS ADOLESCENTES
En España los menores mueren principalmente por causas externas, en la mayoría de los casos por accidentes, suicidios y lesiones autoinfligidas. En 2020 esta tendencia se vio alterada por el confinamiento, hecho que hizo que el suicidio pasará a ser la primera causa de muerte por causas externas. De todas formas, analizando los datos posteriores al verano de 2020, cuando el confinamiento ya había pasado, las muertes por suicidio y por accidentes de tráfico volvieron a ser muy similares a años anteriores: en 2020 murieron 61 niños, niñas y adolescentes por suicidio.
RELACIÓN ENTRE BULLYING, CIBERBULLYING Y SUICIDIO
En sí mismo para un adolescente el hecho de estar involucrado en situaciones de violencia, ya sea de pareja o familiar, acoso escolar o ciberbullying, como víctima o agresor, se ha descrito como un importante factor de riesgo para la conducta suicida.
Los menores que son víctimas de bullying tienen 2,23 veces más riesgo de padecer ideaciones suicidas y 2,55 veces más riesgo de realizar intentos de suicido que aquellos que no lo han sufrido.
En el caso del ciberacoso, el impacto es todavía mayor. Incluso los adolescentes perpetradores de ciberbullying tienen un mayor riesgo de manifestar ideaciones y comportamientos suicidas, aunque en menor medida que las víctimas.
SUICIDIO EN ADOLESCENTES Y FACTORES DE RIESGO: EDAD, SEXO Y RENTA DEL HOGAR
El manifestarse de intenciones suicidas varía de forma relevante según la franja de edad, y se nota un incremento a medida que los niños y niñas alcanzan la adolescencia. En una encuesta de nuestro informe vimos como el porcentaje de niños y niñas entre 4 y 8 años con este tipo de pensamientos es de un 2%, esta fracción se triplica en la adolescencia, alcanzando un 6% en el grupo entre 13 y 16 años.
Otro factor a tener en cuenta es el sexo: los pensamientos suicidas se incrementan con la edad, siendo más recurrentes en niñas a partir de los 13 años: entre menores de 12 años los pensamientos suicidas son más recurrentes en niños que en niñas, pero esta relación se invierte para los mayores de 13 años, donde un 7% de niñas frente a un 5% de niños, según la opinión de madres y padres, contemplaría la posibilidad de suicidarse.
A pesar de esta diferencia registrada en nuestra encuesta, es muy importante relevar una constante tanto en España como en casi todos los países de la Unión Europea: las menores parecen más afectadas por intenciones o pensamientos suicidas, pero es mayor la proporción de los chicos que terminan por cometer este acto.
Un claro ejemplo que nos puede ayudar a entender más sobre este factor de riesgo viene de los datos recogidos por el Teléfono de la Esperanza, dónde el 65% de las llamadas son de mujeres y el 35% de hombres. Los profesionales consultados consideran que en general parece que a los hombres les cuesta más compartir lo que les sucede y pedir ayuda. Esta discrepancia entre requerir o no ayuda puede ser uno de las razones detrás de la divergencia entre menores en las intenciones y la realización del acto suicida. Y nos lleva a otra importante conclusión: la importancia del tratamiento y la identificación de determinadas actitudes, así como la generación de espacios que rompan con los estereotipos de género para que los adolescentes puedan expresar sus emociones en un entorno seguro.
Otro factor de riesgo a tener en cuenta en relación con el suicidio en adolescentes es el nivel de renta familiar. Si analizamos el nivel de renta queda claro que, en los hogares con rentas más altas, el porcentaje de niños y niñas que han manifestado su intención de suicidarse es del 1,25%. Este porcentaje se triplica, hasta llegar al 4%, en las familias con rentas bajas. Se trata de un dato muy preocupante si tenemos en cuenta que justo estos hogares tienen menos recursos para tratar de ayudar a los adolescentes.
Un último factor de riesgo relevante está relacionado con situaciones vitales estresantes, emocionalmente intensas para las que los jóvenes no han podido desarrollar recursos internos para enfrentarse a ellas. Por ejemplo: conflictos familiares graves y las separaciones conflictivas, humillaciones y malos tratos, la soledad, los desengaños amorosos, las muertes de seres queridos, las separaciones y pérdidas de amigos, los cambios de residencia, el fracaso escolar y los conflictos de discriminación y/o aceptación sexual, así como el ya mencionado bullying.
EL SUICIDIO EN LA ADOLESCENCIA Y LAS REDES SOCIALES
No podemos hablar de suicidio en la adolescencia sin mencionar el factor de riesgo emergente que representan las nuevas tecnologías y especialmente las redes sociales. No nos referimos solo al cyberbulling, si no al hecho que, en estos nuevos canales de comunicación muy en uso entre los jóvenes, la información, así como los retos y los juegos, no tienen un control y están al alcance de cualquiera.
Estos canales pueden ser muy peligrosos para chicos y chicas especialmente influenciables o que se encuentran viviendo un momento de vulnerabilidad intensa. Además, los expone a ser víctimas de violencia online que deriva especialmente del uso que hacen de internet para relacionarse.
Sobre este tema Marta Sánchez, psicóloga infantil y extrabajadora del Servicio de emergencias médicas de Catalunya, señala: «El efecto llamada es un tema peliagudo y se está viendo como muchas redes sociales lo pueden potenciar. De hecho, se ha visto como en redes como Tik Tok hay páginas con muchos seguidores que utilizan el suicidio como una salida para los adolescentes. Hace un tiempo hubo polémica con series como la de 13 razones. Como psicóloga infantil considero que es bueno verlas con una formación detrás y con los progenitores delante para que se pueda debatir y explicar sobre el porqué de todo lo que ocurre en la serie ya que los adolescentes tienen un componente de impulsividad que hay que acompañar».